Jota, Florent y todos nosotros (por Isabel Guerrero)
noviembre 2, 2009, 6:24 pm
Filed under: Sesiones LMC

Ver a Los Planetas se ha convertido, hoy día, en una tarea casi imposible. Se hacen querer (y desear) demasiado. De ahí que la presencia en La Música Contada de Jota y Florent, el imprescindible tándem que parió discos como “Super 8” o “Pop”, haya supuesto todo un hito (tanto dentro de la historia del ciclo, como de la trayectoria del grupo en general). Se presentaron con un repertorio de media hora y, para asombro de todos, convirtieron la sesión que abrió la temporada en el Teatro Central de Sevilla en uno de los shows más completos que se recuerdan.

Jota ya había vivido la experiencia de contar la música, el pasado mes de marzo, en la Sala Gades de Málaga. En aquella ocasión, el niño Habichuela (Juan), le acompañó a la guitarra flamenca, añadiendo jondura a las viejas/nuevas composiciones de la legendaria banda granadina. Jota se sacó el ipod de la manga, entonces, y habló con el público presente, ávido de saber más de aquel chico que ilustrara Javier Aramburu, cual colegial con raqueta haciendo las veces de guitarra, en Rockdelux (cuando la crítica de “Una semana en el motor de un autobús”). Florent, ese gran desconocido incluso para los fervientes admiradores del grupo (entre los que se incluye una servidora), quizá no sabía tanto a qué venía… En los instantes previos a la sesión, podía vérsele caminar, tras el escenario, medio taciturno e inquieto. Supongo que las copichuelas de la previa en el camerino ayudaron a pasar el trance inicial.

Lo más especial de esta sesión de La Música Contada, e incluso lo más emotivo, fue el hecho de ver a Jota y Florent actuando como artistas, interactuando con los fans (casi medio millar que abarrotaba el Central), y finalmente comportándose como lo que siempre han sido: colegas. Amigos. Es la vieja (y sempiterna historia) de dos tipos que se encuentran: uno lleva una carpeta con una foto de The Church, y al otro le llama la atención (porque le gusta ese grupo también). Siempre es lo mismo, pero en el caso de Los Planetas, lo que más agradeció la afición sin duda fue la oportunidad, quizá única, de escuchar la historia por boca de sus protagonistas. “Hazey Jane II”, de mi admirado Nick Drake, sonaba de fondo mientras Jota se dirigía al público para contestar a sus preguntas. Florent se revolvía en su taburete, primero tímido, más adelante solícito (en las distancias cortas es igual; aún recuerdo una encantadora charleta posterior sobre el propio Drake, el libro de Joe Boyd o la eterna infancia caleidoscópica de Syd Barret). “Siempre sentimos que éramos especiales”, dijo en un momento de la sesión. Lo cierto es que lo decía con convicción, y a su vez con humildad. A los discos y al imaginario musical de Los Planetas habría que remitirse. Y, por qué no decirlo alto y claro, a ese sonido especial que Florent ha sabido, con muchas pedaleras y no poca imaginación, sacarle a su Gibson.

El formato sentó muy bien al repertorio elegido para la ocasión, a Jota se le entendía perfectamente, y se hizo acompañar por la acústica, muy bien avenida con la guitarra eléctrica de Florent, aún más evocadora si cabe que de costumbre (alternando delay y distorsión). Así fueron interpretando un repertorio en el que no viajaron más de lo preciso en el tiempo (“David y Claudia”), regalándonos el estreno para el directo de “Línea 1” (gran letra sobre los falsos propósitos de enmienda). No podía faltar un jit: “Un buen día”. Así como dos de las mejores canciones firmadas por el grupo granadino (“San Juan de la Cruz” y “Corrientes circulares en el tiempo”, ambas de “Encuentros con entidades”). La querencia por el flamenco que reviste su etapa actual quedó claramente reflejada en la tanda de temas que siguen a continuación: Ya no me asomo a la reja”, “La verdulera”, “Reunión en la cumbre”, “Alegrías del incendio” y “Si estaba loco por ti”. A estas dos últimas canciones, bises del concierto previo al discofórum, habría que sumarle la versión con la que Jota cerró la sesión (“Todo el mundo tiene porno en casa”, de Antonna, uno de Los Punsetes). Casi sin querer, y haciendo honor al componente pedagógico de La Música Contada, el líder de Los Planetas habló largo y tendido sobre flamencos a los que admira (el cantaor sevillano Manuel Vallejo, de quien interpretaron unas alegrías, o La Niña de los Peines, una grande a la que rindieron pleitesía por peteneras). Enrique Morente mereció varios capítulos aparte, como artista inspirador en el camino emprendido por el grupo más especial del pop español.

Quizá el más grande de nuestra reciente historia musical.


5 comentarios so far
Deja un comentario

Muy bueno el comentario de la jugada y totalmente descriptivo sin dejarte un detalle. Como siempre, Isabel…

Comentarios por julio ruiz

Gracias Julio y Cristina, por los piropos.
Me vais a sacar los colores. No es difícil hablar de tu grupo favorito de toda la vida 🙂

Comentarios por lamusicacontada

La canción que tocaron de Antonna se llama «Y además es bastante fea», la de «Todo el mundo tiene porno en casa» es otra muy diferente. 😉

Comentarios por Fitopaldi

Gracias Fitopaldi por la corrección…
No conocía la canción (Los Punsetes me hacen gracia, pero no soy precisamente fan), así que vi ese título leyendo el blog del amigo Jaime y lo tomé como referencia 🙂

Comentarios por lamusicacontada

Enhorabuena por el texto y, obviamente, por lo que estáis consiguiendo. Un beso fuerte.

Comentarios por Cristina Consuegra




Replica a Fitopaldi Cancelar la respuesta